Cuando tienes un problema con otra persona, ya sea un amigo, un familiar o un compañero de trabajo, es importante recordar que las diferencias de personalidad suelen ser los principales desencadenantes del conflicto. Tu estilo de personalidad es un factor muy importante en la forma en que abordas las tareas e interactúas con los demás, y cuando te encuentras con alguien que no comparte tu enfoque, puede ser extremadamente frustrante. Los siguientes son algunos consejos para resolver conflictos, basados en el estilo de personalidad de la persona con la que estás tratando.
Conflicto de personalidad
1. Si tienes un conflicto con una persona con personalidad D, no tengas miedo de abordar tu desacuerdo directo.
Las personalidades de estilo D con su voluntad fuerte a veces pueden ser un poco intimidantes, especialmente para los estilos de personalidad que no les gusta la confrontación. La buena noticia es que no debes tener miedo de hablar con alguien con personalidad D sobre un problema que tienes con ellos. La confrontación, cuando se maneja respetuosamente, es algo a lo que las personalidades D suelen responder muy positivamente. Las personalidades D preferirían sacar los conflictos a la luz, para poder quitarlos de en medio rápidamente. Te respetarán manejando tus diferencias de manera directa.
2. El conflicto con el estilo de personalidad I se maneja mejor con un toque ligero.
Las personas con personalidades estilo I son extrovertidas y enérgicas. Les encanta interactuar con otras personas y están realmente felices de hablar con cualquier persona, en cualquier lugar. Pero hay una cosa que los estilos de personalidad I no pueden soportar: el rechazo. Si un estilo de personalidad de I siente que personalmente no le agrada, solo exacerbará cualquier problema que ya esté experimentando. Aborda una discusión sobre cualquier problema que tengas con un estilo I solo después de que te hayas acercado a él o ella de una manera positiva. Comienza con un cumplido o una anécdota. Cuando hables de tus problemas, mantén tu sentido del humor y no pierdas la calma. Responderán mejor a una discusión amistosa que a una confrontación directa.
3. Cuando tengas un conflicto con un estilo de personalidad S, intenta trabajar juntos para encontrar puntos en común.
Las personas con estilo S valoran la armonía y son excelentes pacificadores. Quieren que todos sean felices y se esfuerzan por crear un entorno en el que todos trabajen juntos de manera positiva. El peligro de confrontar a un estilo de personalidad S con un problema es que él o ella aceptarán hacer un cambio para mantener la paz entre vosotros, pero es posible que no pueda (o no quiera) cumplir con la solicitud de manera significativa. Es mucho más probable que actúen en una solución comprometida, una en la que ambos decidan trabajar juntos para realizar cambios. Cuando hablas con un estilo S sobre un problema, comienza por centrarte en las cosas en las que estáis de acuerdo, no en las que no estáis de acuerdo. Ofrece un buen compromiso y te llevará lejos.
4. Si tienes un conflicto con una personalidad C, ataca el problema, no a la persona.
Los estilos de personalidad C están organizadas y controladas. Se toman su tiempo para completar las tareas con precisión, les gusta investigar las cosas a fondo y siempre están preparados. Debido a que dedican tanto tiempo y esfuerzo a todo lo que hacen, odian que los critiquen. Son perfeccionistas de corazón y se toman personalmente hasta la más mínima queja. Este los hace extremadamente difíciles de enfrentar. La mejor manera de abordarlos es enfocarte en partes del problema en gran parte fuera del control del estilo C o aspectos del problema que quizás no hayan considerado. Deja en claro que aprecias todos sus esfuerzos y que les estás llamando la atención porque es una variable que deben tener en la ecuación en el futuro. Pase lo que pase, no enmarques el conflicto como un ataque personal. Si lo haces, la personalidad C probablemente se resentirá y hará todo lo posible para evitar futuras interacciones contigo.